Bandoneon abordo
Barquito de papel, sin nombre, sin patrón y sin bandera, navegando sin timón donde la corriente quiera. Aventurero audaz, jinete de papel cuadriculado, que mi mano sin pasado sentó a lomos de un canal. Uno podría quedarse inmóvil, contemplando la belleza de ese barquito que no es de papel, pero si aventurero y audaz. Dicen que en la vida nada sucede por casualidad, entonces todo tiene sentido, en una conjugación de sumatorias matemáticamente perfectas: un barco, el río, la isla, una flor, un bandoneón y Ariel Hernández; excepto que esta ecuación no tiene un resultado, sino dos: Bandoneón abordo y Flor de Ceibo. La magia sucede en el río, porque esto pasa en el Delta y en este lugar todo ocurre en el agua, la escena nos muestra un símbolo navegando con su nombre grabado en sus maderas "Flor de Ceibo" y a un hombre dibujando en el aire acordes arrabaleros con su "Bandoneon abordo" El barco se muev